Los andaluces han hablado. Ya no hay vuelta atrás. El PP de Moreno Bonilla ha ganado por mayoría absoluta y el PP va a constituir en Andalucía un gobierno con apoyo mayoritario durante los próximos cuatro años. Lo que hace tiempo parecía una heroicidad, ante los sucesivos intentos de Javier Arenas, hoy se ha convertido súbitamente en una realidad.
Moreno posee un perfil político amable, simpático, agradable, no agresivo, conciliador y educado. Ha conseguido derrotar ampliamente a los socialistas en su feudo más tradicional. Ni siquiera Vox, por la derecha, ha podido inquietarle lo más mínimo, como todo el mundo esperaba.
Creo que no hay mucha diferencia entre un gobierno como el que ha realizado durante los últimos tres años Moreno Bonilla con el apoyo de Ciudadanos y el que podría haber realizado el partido socialista más moderado, por supuesto sin el añadido de Unidas Podemos ni el apoyo de ERC o los independentistas vascos y los antiguos terroristas. Sinceramente, aparte de la rebaja del impuesto sobre sucesiones realizada por el último gobierno andaluz, podría decirse que es difícil encontrar la diferencia.
Ciudadanos tiende a desaparecer. Sin duda es injusto, pero es ley de vida, al menos la de los partidos. Ya ocurrió lo mismo con otro gran partido con gente muy capacitada: UPyD, que tuvo que disolverse, precisamente porque Ciudadanos se apropió de su relato y pareció más atractivo para muchos.
Al sur de Andalucía, esta victoria tendrá sus repercusiones. Puede que en Canarias no, pero indudablemente lo hará en Ceuta y Melilla. En Ceuta hay un gobernante del estilo Moreno Bonilla desde hace décadas: Juan Vivas, que vive sus horas bajas por el auge de Vox, probablemente debido a su renuncia a intentar disputarle el espacio político a este último partido.
En Melilla, el caso es diferente, Vox ve dificultado su crecimiento precisamente por un partido popular de Imbroda que se empeña en mantener en propiedad el campo electoral que pretende el anterior. Mientras que Vivas renuncia a invocar el “miedo al moro”, que es la causa de su pronunciada caída en los últimos años, en Melilla el señor Imbroda sigue agitando tal bandera cada cuatro años, lo cual propicia su perpetuación como dinosaurio de la Política, si bien, a su vez, aúpa las posibilidades de su adversario, precisamente los únicos dos beneficiarios de tal situación, obviamente a cargo del pueblo de Melilla, que creo que paga un precio enorme con su voto, a costa de sus posibilidades de desarrollo.
Hay decisiones que son controvertidas por antonomasia. Una de ellas es de plena actualidad local. Se trata de la decisión de tirar o no el muro que protege el parque Hernández de Melilla, que tiene sus detractores, que se han dado a conocer públicamente y han expresado las razones de su oposición; y, por otro lado, debe de tener apoyos, parece que de una parte del gobierno local y de algunos ciudadanos a título particular, pero no se conoce claramente ni de quienes se trata ni, lo más importante, cuales son las razones por las que esta decisión hay que implementarla necesariamente (más…)
El pasado día 6 de octubre la Ciudad Autónoma presentó su propuesta de Plan Estratégico de Melilla con el horizonte puesto en el año 2029. (más…)
(Reedición del capítulo V de «Mis experiencias con Bohórquez»)
Fue entonces, más o menos a mediados del mandato 1987-1991, cuando se produjo un hecho menor que, sin embargo, volvió a cambiar todo el escenario político-mediático. El Centro Asistencial de Melilla, la popular “Gota de leche”, había cambiado recientemente su cúpula directiva, incorporándose mi, por otra parte, querido amigo D. Miguel Fernández Bartolomé como gerente de la entidad, la cual, como es sabido, viene prestando servicios asistenciales, desde hace ya casi 90 años, a las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad, (más…)
Lunes, 25 de mayo de 2015, 07:30 h.
Me despierto después de haber pasado una mala noche. Digamos que no he conseguido dormir bien. La noche anterior había sentido el desencanto del esfuerzo baldío. (más…)
«Los políticos y los pañales se han de cambiar a menudo…y por los mismos motivos», George Bernard Shaw.
Llegamos al fin de la campaña electoral. Quedan tres días, pero, eso sí, son los días principales, en los que se ganan o se pierden las elecciones. Los bulos, las «fake news«, los desmentidos y los intentos de influenciar interesadamente por parte de algunos medios de comunicación y los pseudónimos en las redes sociales van a estar a la orden del día. Paciencia. Ya acabará, aunque para los que los sufran será difícil de olvidar y perdonar. (más…)
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